Volviendo al paso por lo que luego fue calle Ferrocarril, a la derecha o sur de la vía se quedaban huertas y terrenos que en aquella fecha se denominaban “Afueras de la Inclusa”. A la izquierda de la vía o al norte estaba entonces la antigua ermita de Santa María de la Cabeza, casi en el mismo terreno donde después estuvo el Mercado de Santa María de la Cabeza y al que yo de niño iba con mi madre cuando tenía que hacer la compra. Esta ermita estaba unida por un camino que iba a salir al portillo de Valencia, éste se encontraba en la desembocadura de la calle Valencia en la Ronda de Valencia y era una de las entradas al antiguo Madrid cercado.
Resumiendo, en las proximidades de la futura calle Ferrocarril había una vía de tren, un tejar, las huertas y la ermita. Aunque también podría incluir por su proximidad e importancia el ya existente arrabal de Las Peñuelas, surgido entorno a la plaza de Peñuelas, con sus ya configuradas y nombradas calles de Martín de Vargas, Labrador, Ercilla, Moratines, etc. Este arrabal yendo en tren se quedaba mayormente a la izquierda justo antes de pasar por debajo del túnel de la glorieta de Santa María de la Cabeza.
Por otro lado, mencionar que la zona de la calle del Ferrocarril era y es un terreno con desnivel hacia el río, todos los que hayamos vivido por esta zona sabemos del desnivel que tienen calles como Batalla del Salado, Embajadores, Santa María de la Cabeza y Paseo de las Delicias, terrenos y paseos que bajaban y bajan hacia el río Manzanares.

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